domingo, 13 de agosto de 2017

Están locos estos chilenos-vascos?

El 3 de mayo de 2016 hicimos otra subida al Cerro de San Cristobal. La capa de "smog" ese día era bastante contundente:

Vistas desde el Cerro San Cristobal Santiago Chile
 y el río Mapocho llevaba bastante agua.
Vistas desde el Cerro San Cristobal Santiago Chile

Descubrimos que el lateral oriental del cerro hay un vía crucis bastante curioso:

Via Crucis en el Cerro San Cristobal Santiago Chile

Y la que es el motivo de esta entrada: ¡una pequeña plaza vasca! con iglesia incuída (capilla de la Inmaculada Concepción) y con (según indica la placa) ¡un árbol retoño del propio roble de Guernica!:

Plaza Vasca en el Cerro San Cristobal Santiago Chile

Con un poco más de detalle (los escudos en la bancada representan los siete heraldos o territorios de influencia vasca, Zazpiak Bat):
 Lo que aparece en la placa 1:

Plaza Vasca en el Cerro San Cristobal Santiago Chile

Lo que aparece en la placa 2:

Plaza Vasca en el Cerro San Cristobal Santiago Chile

Así que si el árbol data de los años '30 del siglo XX, parece enlazar más directamente con el antiguo árbol de Guernica, que el plantado actualmente en la propia ciudad vasca. Según el interesante blog chileno "Urbatorium", el árbol chileno nació en Valparaíso, de una de las 12 bellotas originales que tenía en su poder don Alfonso de Iruarrizaga y Mustardi, recibidas de manos del archivero de la Casa de Juntas de Guernica, con certificado fechado el 30 de septiembre de 1930.

Y además parece que la comunidad vasca de Santiago realiza celebraciones el último domingo de cada mes de septiembre, conmemorando la festividad de San Miguel (Mikel Deuna).

Además, en la emblemática Iglesia de San Francisco (ver entrada sobre ella), situada en plena Alameda de Santiago, hay una especie de capilla dedicada a un religioso vasco bastante peculiar: Fray Pedro de Bardeci y Aguinaco. Nacido en Orduña en 1641, en una familia acomodada, a los 20 años emigró a México con sus hermanos, donde se dedicó a los negocios relacionados con el tabaco. Pero como todo esto le alejaba de una "vida recta y piadosa", siguió viajando por el continente americano (en Potosí trabajó en temas relacionados con los metales y como profesor), hasta que llegó a Santiago de Chile (guiado por la Virgen María) e ingresó en la orden franciscana. 


A partir de entonces su religiosidad se convirtió en obsesiva, llegando a comulgar cuatro veces al día, levitando, y haciendo todo tipo de sacrificios (dormía solo dos horas al día y sobre un tronco), curaciones, predicciones, manejando la voluntad de animales, y realizando milagros, incluso una vez muerto el 12 de septiembre de 1700 (información más exhaustiva en el estupendo blog Urbatorium). Actualmente está en proceso de beatificación. En la Iglesia de San Francisco se celebra todos los días 12 de mes (a las 19:30) una misa en su honor con cantos en euskera.

Si a todo esto le sumamos la cantidad de apellidos vascos que pululan por estas tierras (ver inmigración vasca y linajes vascos en Chile): Goyenechea, Errázuriz, Zañartu, Larraín, Eyzaguirre, Irarrazaval, Aldunate, Ugarte, Zúñiga,... y el "po"  (¿apócope? del "pues" vasco) con el que se acaban todas las frases por estas "longitudes",... solo nos falta:

 ¡el kalimotxo, po!

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